domingo, 13 de diciembre de 2009

La reina de las hadas


El alma que somos ha venido a cumplir con un destino, siempre mágico, siempre maravilloso, y por ello no podemos permitirnos el lujo de ignorarlo, extraviarlo o fingirlo.

Sueña.

Abre los ojos y sueña.

Ponte la corona y comienza a regir tu destino de una vez por todas.

Eres la reina de tu vida. Eres el rey de tu vida.

La dignidad recuperada nos abre las alas y nos anima a caminar firmes, con elegancia y determinación nuestro camino vital permitiendo que nuestro destino florezca al abrigo de la autenticidad de quienes somos.

Sueños reales.

Reales sueños.

Soñando hasta el final de la vida en el Tierra.

Soñando hasta el regreso a la eternidad.